Estoy seguro que pensaste en dejar el golf más de una vez por lo difícil que parece cuando las cosas se ataviesan y no quieren salir. 

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Por desgracia, estamos acostumbrados a medir nuestras capacidades de acuerdo a nuestros resultados inmediatos, una mala costumbre que a veces nos afecta en todas las áreas personales. El golf no es una excepción y la sensación de frustración se empieza a apoderar de nosotros cuando no somos capaces de ver esa luz al final del túnel, aunque estemos haciendo lo que es más conveniente, lo mejor a corto, mediano ó largo plazo.

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Es en estas situaciones donde tenemos que aprender a buscar ayuda y a confiar en las personas que están acostumbradas a encontrar soluciones con fundamentos y conocimiento.

No basta con las buenas intenciones de los que nos rodean, necesitamos una guía clara y precisa tanto si queremos salir del paso como si queremos alcanzar unos objetivos.

 

Hoy en día hay mucha información sobre golf, pero la falta de fundamentos nos hace caer en interpretaciones erróneas. Lo que vemos en la enseñanza virtual, no siempre se adapta a nuestras capacidades circunstanciales y poner en marcha los cambios que nos aporten soluciones requiere de una gran capacidad para establecer la "hoja de ruta" más conveniente con lo que queremos y con las posibilidades generales de cada uno en cuanto a las habilidades, compromiso, cantidad y calidad de trabajo, tiempo, recursos etc.